Las varices pélvicas son una de las afecciones venosas más infradiagnosticadas, a pesar de que pueden afectar profundamente la calidad de vida, especialmente en mujeres en edad fértil. Estas dilataciones venosas en la región pélvica provocan dolor crónico, pesadez, molestias durante las relaciones sexuales o tras permanecer mucho tiempo de pie, y se confunden con frecuencia con patologías ginecológicas, musculares o digestivas.
En Clínica Simarro somos especialistas en el abordaje de patologías venosas complejas como esta. Combinamos el diagnóstico por imagen con la valoración clínica multidisciplinar para ofrecer un tratamiento ajustado a cada paciente.
¿Qué causa las varices pélvicas?
La insuficiencia venosa pélvica se produce cuando el flujo sanguíneo en las venas profundas del abdomen y pelvis se ve alterado, generando dilataciones venosas y síntomas clínicos. Puede deberse a:
- Compresión anatómica de venas (síndrome de May Thurner, síndrome de Nutcracker)
- Reflujo en la vena gonadal izquierda (síndrome de congestión pélvica)
- Alteraciones hormonales y del tejido conectivo
- Embarazos previos o antecedentes de trombosis
Sin embargo, nuestras investigaciones sugieren que las varices pélvicas podrían estar también directamente relacionadas con el lipedema, una enfermedad inflamatoria crónica que afecta al tejido adiposo, al sistema linfático y al retorno venoso.
¿Cuál es el vínculo entre lipedema y varices pélvicas?
En Clínica Simarro hemos observado que el 76% de las pacientes con lipedema presentan inflamación pélvica significativa, especialmente a nivel de útero y ovarios, con menstruaciones abundantes, dolorosas y erráticas. Esto sugiere un componente vascular e inflamatorio en la región pélvica más allá de lo puramente hormonal.
Además, en estas pacientes:
- El retorno venoso de los miembros inferiores está comprometido, lo que aumenta la presión retrógrada hacia la pelvis
- Existe frecuentemente un síndrome de hiperpermeabilidad intestinal, que produce inflamación crónica del intestino y de los epiplones
- Esta inflamación puede obstaculizar físicamente las venas pélvicas, comprimirlas y alterar su pared, agravando el reflujo venoso
Este conjunto de factores genera un entorno inflamado, estancado y doloroso que potencia la aparición y progresión de las varices pélvicas en mujeres con lipedema.
Síntomas frecuentes y su impacto en la calidad de vida
- Dolor pélvico crónico o intermitente
- Sensación de pesadez o hinchazón baja
- Molestias durante la menstruación o tras estar de pie
- Dolor durante o después de las relaciones sexuales
- Varices visibles en vulva, periné, cara interna del muslo o glúteos
- Afectación del bienestar emocional y sexual
Enfoque integral: cómo actuamos en Clínica Simarro
Nuestro equipo aborda esta patología de forma interdisciplinar, valorando siempre la posible coexistencia con otras condiciones como el lipedema. Realizamos:
- Exploración clínica y entrevista ginecológica y vascular
- Pruebas de imagen: ecografía Doppler.
- Diagnóstico diferencial con patologías digestivas, musculares o inflamatorias
- Valoración digestiva si se sospecha permeabilidad intestinal o epiplon inflamado
Tratamientos disponibles: desde lo conservador a lo intervencionista
Si se identifica una relación con el lipedema o el intestino, se puede integrar un tratamiento antiinflamatorio intestinal y un enfoque nutricional que ayude a reducir la inflamación sistémica.
El dolor pélvico crónico o los síntomas varicosos en la zona íntima no deben asumirse como “normales” ni ignorarse. En Clínica Simarro te ofrecemos una evaluación profunda y personalizada, considerando el contexto vascular, hormonal, digestivo y emocional.