La cirugía bariátrica agrupa un conjunto de técnicas quirúrgicas diseñadas para lograr una pérdida de peso significativa mediante la reducción del tamaño del estómago o la modificación del recorrido digestivo.
Se ha consolidado como una herramienta eficaz frente a la obesidad y sus comorbilidades, tal como avalan la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO) y la American Society for Metabolic and Bariatric Surgery (ASMBS).
Sin embargo, en el caso del lipedema, enfermedad crónica del tejido conjuntivo que afecta casi exclusivamente a mujeres, los resultados difieren.
Diversos estudios científicos han mostrado que, tras la cirugía bariátrica, la pérdida de peso se concentra sobre todo en la parte superior del cuerpo (abdomen, tronco, cara), mientras que en las extremidades inferiores —donde se acumula la grasa lipedematosa— la reducción es mínima. Esto evidencia que la cirugía bariátrica no resuelve el problema específico del lipedema.
¿En qué consiste la cirugía bariátrica?
Existen varias modalidades quirúrgicas, con diferentes niveles de restricción y malabsorción:
- Bypass gástrico en Y de Roux: crea una pequeña bolsa gástrica unida directamente al intestino delgado, reduciendo la ingesta y la absorción de calorías.
- Gastrectomía vertical en manga: elimina hasta un 80 % del estómago, limitando su capacidad y reduciendo la producción de grelina (hormona del apetito).
- Banda gástrica ajustable: coloca un anillo regulable en la parte superior del estómago para controlar la cantidad de alimento ingerido.
Los criterios médicos incluyen un IMC >40 kg/m², o entre 35–39,9 kg/m² con enfermedades asociadas como diabetes tipo 2 o hipertensión. En casos seleccionados, puede considerarse en pacientes con IMC entre 30–34,9 kg/m² con síndrome metabólico no controlado.
Cirugía bariátrica y lipedema: lo que muestran los estudios
La literatura científica es consistente en un punto clave: la cirugía bariátrica no modifica la grasa lipedematosa.
- Estudios como los de Dadras et al. (Obesity Surgery, 2017) demostraron que tras bypass gástrico, la reducción de volumen en piernas y muslos era prácticamente nula, mientras que el tronco mostraba pérdidas significativas.
- Otras series clínicas confirman que el dolor, la pesadez y la limitación funcional persisten tras la cirugía, incluso cuando la paciente alcanza un peso considerado normal.
Esto se explica porque la grasa lipedematosa tiene un origen distinto al de la obesidad común: está mediada por factores hormonales, inflamatorios y del tejido conectivo. Por ello, la cirugía bariátrica no debe considerarse un tratamiento para el lipedema, aunque puede ser útil en casos de obesidad grave asociada.
Riesgos y limitaciones en mujeres con lipedema
Además de los riesgos propios de cualquier cirugía (fístulas, trombosis, déficits nutricionales), en el lipedema hay limitaciones claras:
- Persistencia de la desproporción corporal, ya que las extremidades inferiores apenas reducen volumen.
- Frustración psicológica, pues las pacientes esperan una mejoría estética y funcional en las piernas que no se produce.
- Síntomas sin cambios: el dolor, los hematomas y la sensación de pesadez suelen continuar.
Por eso, es fundamental que la paciente esté bien informada antes de considerar esta cirugía como parte de su tratamiento.
Abordaje integral en Clínica Simarro: más allá de la cirugía bariátrica
En Clínica Simarro ofrecemos un enfoque integral y específico para el lipedema, que incluye:
- Nutrición antiinflamatoria y control metabólico: planes personalizados para mejorar la resistencia a la insulina, disminuir la inflamación crónica y regular el hambre de hidratos de carbono refinados.
- Terapias físicas: presión neumática intermitente, drenaje linfático manual y programas de ejercicio adaptados para fortalecer la musculatura y mejorar la movilidad.
- Apoyo psicológico: acompañamiento emocional y manejo de la relación con la comida y la imagen corporal.
- Cirugía específica del lipedema: como la liposucción tumescente asistida, que sí ha demostrado reducir volumen y dolor en extremidades.
Lipomesoplastia: innovación inyectable en Clínica Simarro
Además de estas estrategias, en Clínica Simarro desarrollamos una técnica inyectable propia denominada lipomesoplastia.
Esta consiste en la aplicación localizada de microinyecciones en el tejido lipedematoso, con el objetivo de:
- Reducir el volumen de grasa patológica en las extremidades.
- Mejorar la microcirculación y el drenaje linfático.
- Disminuir la inflamación subclínica del tejido conjuntivo.
- Aliviar la sensación de pesadez y el dolor característico del lipedema.
La lipomesoplastia se aplica de forma ambulatoria, sin necesidad de ingreso hospitalario, y puede combinarse con nutrición, fisioterapia y presión neumática intermitente para potenciar los resultados.
Mitos y realidades
- Mito: la cirugía bariátrica cura el lipedema.
Realidad: la grasa lipedematosa no responde a la cirugía de obesidad. - Mito: si bajo mucho peso, desaparecerá el dolor en las piernas.
Realidad: el dolor suele persistir, salvo que se actúe directamente sobre el tejido lipedematoso. - Mito: no existen alternativas al quirófano.
Realidad: técnicas innovadoras como la lipomesoplastia y tratamientos integrales ofrecen soluciones eficaces.
Un tratamiento adaptado a cada paciente
La cirugía bariátrica es una herramienta eficaz frente a la obesidad y sus comorbilidades, pero no debe confundirse con un tratamiento del lipedema. En mujeres con esta enfermedad, la grasa localizada en las piernas y brazos suele resistir incluso a las pérdidas masivas de peso.
En Clínica Simarro, ofrecemos un abordaje integral que combina nutrición, fisioterapia, control inflamatorio, cirugía específica y técnicas innovadoras como la lipomesoplastia, adaptadas a la realidad de cada paciente.
Si tienes lipedema y estás considerando opciones para mejorar tu calidad de vida, te invitamos a una consulta personalizada en Clínica Simarro. Te ayudaremos a comprender qué tratamiento se adapta mejor a tu caso y a diseñar un plan realista y eficaz.