Cómo aliviar el dolor de la artrosis de cadera y mejorar tu calidad de vida

artrosis de cadera

La artrosis de cadera es una enfermedad degenerativa que afecta al cartílago articular de la articulación coxofemoral, provocando dolor, rigidez y limitación progresiva del movimiento. Aunque es más frecuente a partir de los 50 años, diversos factores —como el sobrepeso, la predisposición genética o ciertas condiciones musculoesqueléticas— pueden acelerar su aparición.

Uno de estos factores poco conocidos, pero clínicamente relevantes, es la presencia de lipedema.

En Clínica Simarro tratamos la artrosis de cadera desde un enfoque integral, considerando no solo el deterioro articular, sino también los factores inflamatorios, estructurales y funcionales que pueden estar contribuyendo al problema, especialmente en pacientes con lipedema.

¿Qué ocurre en la artrosis de cadera?

La articulación de la cadera está formada por la cabeza del fémur y el acetábulo de la pelvis. Ambas superficies están recubiertas por cartílago, un tejido liso que permite el movimiento sin fricción. En la artrosis, este cartílago se desgasta, lo que provoca fricción ósea directa, inflamación, dolor y pérdida de movilidad.

El diagnóstico se basa en la evaluación clínica y pruebas de imagen como radiografías o, en algunos casos, resonancia magnética. Detectar la enfermedad en fases iniciales permite aplicar tratamientos conservadores eficaces y evitar una progresión acelerada.

¿Qué relación hay entre el lipedema y la artrosis de cadera?

El lipedema es una enfermedad crónica del tejido graso subcutáneo, caracterizada por inflamación progresiva, aumento de volumen en extremidades inferiores y dolor a la presión. Esta condición suele acompañarse de hiperlaxitud ligamentosa, una característica estructural que tiene implicaciones directas sobre las articulaciones, incluida la cadera.

¿Cómo influye esto en la cadera?

  1. Rotación externa aumentada: La hiperlaxitud ligamentosa hace que muchas pacientes con lipedema tengan una rotación externa excesiva de cadera, lo que altera la biomecánica de la articulación y genera sobrecarga en estructuras como el labrum y la cabeza femoral.
  2. Sobrepeso asociado: Cuando al lipedema se suma un exceso de peso, el impacto articular se agrava, favoreciendo un mayor desgaste del cartílago y acelerando la progresión de la artrosis.
  3. Subinflamación crónica: El estado inflamatorio de bajo grado que acompaña al lipedema no solo afecta al tejido adiposo, sino también a las articulaciones. La inflamación crónica modifica el entorno bioquímico de la articulación, acelerando el deterioro del cartílago y aumentando la percepción del dolor.

Un enfoque terapéutico integral: más allá del dolor

En Clínica Simarro aplicamos un abordaje multidisciplinar con excelentes resultados, especialmente en pacientes con artrosis de cadera asociada a lipedema. Este enfoque incluye:

  • Tratamiento del lipedema mediante lipomesoplastia (reducción selectiva del tejido graso inflamado) y dieta cetogénica antiinflamatoria, que permite disminuir la carga mecánica, reducir la inflamación sistémica y mejorar la movilidad.
  • Reeducación postural, orientada a corregir los patrones de movimiento alterados por la hiperlaxitud y a proteger la articulación durante la marcha, el reposo y la actividad cotidiana.
  • Fortalecimiento muscular específico para estabilizar la cadera. Se trabajan los músculos que sostienen y compensan la laxitud, como glúteos, aductores y rotadores profundos.
  • Fisioterapia individualizada, con técnicas de movilización articular, ejercicios controlados y estrategias de analgesia.
  • Plan nutricional personalizado, con énfasis en alimentos antiinflamatorios que apoyen tanto la salud articular como la del tejido conectivo.

¿Qué puede mejorar con este enfoque?

Cuando se actúa sobre los factores causales del daño articular (hiperlaxitud, sobrepeso, inflamación), el pronóstico funcional de la cadera mejora notablemente. El tratamiento del lipedema no solo puede disminuir el dolor y la sobrecarga en la articulación, sino también:

  • Mejorar la alineación biomecánica de la cadera.
  • Disminuir la subinflamación que acelera la degeneración.
  • Evitar la aparición o progresión de artrosis.

Además, muchas pacientes refieren que tras reducir la inflamación y fortalecer la musculatura estabilizadora, el dolor desaparece o se vuelve muy manejable, incluso sin necesidad de intervención quirúrgica.

La artrosis de cadera no es solo una consecuencia del paso del tiempo. En muchas pacientes, especialmente con lipedema, confluyen factores mecánicos, metabólicos e inflamatorios que deben ser abordados de forma conjunta.

En Clínica Simarro, un tratamiento integral que combine la reducción del tejido inflamado, la mejora de la postura y el fortalecimiento muscular puede marcar la diferencia en la evolución de la enfermedad. Si se actúa a tiempo, es posible no solo mejorar el dolor, sino también recuperar movilidad, autonomía y calidad de vida.

Para más información, puedes solicitar tu valoración inicial y descubrir cómo un plan terapéutico adaptado puede ayudarte a mejorar sin cirugía.



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