Cómo saber si tengo celulitis o lipedema

lipedema o celulitis

¿Te has preguntado alguna vez cómo saber si tengo lipedema o celulitis? En el ámbito de la salud y la estética, estas dos condiciones a menudo se confunden, pero es esencial diferenciarlas para recibir el tratamiento adecuado. Tanto el lipedema como la celulitis son problemas que afectan la apariencia de la piel, pero sus causas, síntomas y tratamientos son muy diferentes. En este artículo, exploraremos las diferencias entre estas dos condiciones, ofreciendo información valiosa para que puedas identificar cuál puede ser la que estás experimentando. Además, te proporcionaremos consejos para prevenir ambas condiciones y opciones de tratamiento disponibles en Clínica Simarro.

Diferencias entre lipedema y celulitis

El lipedema y la celulitis son afecciones que afectan principalmente a las mujeres, pero tienen características distintas.

Cómo saber si tengo lipedema

El lipedema es una afección crónica que se caracteriza por la acumulación anormal de grasa en las piernas y, en algunos casos, en los brazos. Este trastorno se presenta a menudo con síntomas como dolor, sensibilidad al tacto y una apariencia de «piel de naranja». A diferencia de la celulitis, el lipedema no se ve influenciado por el peso corporal, lo que significa que una persona puede tener lipedema sin ser obesa.

Para determinar si tienes lipedema, observa si tus piernas tienen una forma desproporcionada en comparación con tu cintura. A menudo, hay una notable separación entre la parte superior del cuerpo y las extremidades inferiores. Si sospechas que puedes tener lipedema, es recomendable acudir a un especialista que pueda realizar un diagnóstico adecuado.

Causas de la celulitis

La celulitis, por otro lado, es una condición que afecta a casi el 90% de las mujeres en algún momento de su vida. Se produce por la acumulación de grasa en las capas más superficiales de la piel, lo que genera un aspecto de bultos o «piel de naranja». Las causas de la celulitis son variadas e incluyen factores como la genética, el estilo de vida sedentario, la dieta poco saludable y los cambios hormonales.

Es fundamental comprender que, a diferencia del lipedema, la celulitis puede ser influenciada por la pérdida de peso, la actividad física y una dieta equilibrada. Sin embargo, esto no significa que sea fácil de eliminar, ya que puede persistir incluso en personas delgadas.

En nuestra experiencia, es muy frecuente que las pacientes que padecen lipedema en sus etapas iniciales, presenten un cuadro clínico, muy similar a la celulitis. Sin embargo, la no respuesta a tratamientos para la celulitis y la potencial progresión de la afectación del tejido graso, demostrarán claramente que se trata de lipedema y no de celulitis.

Consejos para prevenir el lipedema y la celulitis

Prevenir el lipedema y la celulitis puede ser un desafío, pero hay varias estrategias que pueden ayudarte. Aquí te presentamos algunos consejos:

  • Mantén un estilo de vida activo: La actividad física regular puede ayudar a mantener un peso saludable y a mejorar la circulación, lo que puede reducir el riesgo de desarrollar lipedema y celulitis.
  • Adopta una dieta equilibrada: Consumir alimentos ricos en antioxidantes, fibra y nutrientes esenciales puede favorecer la salud de la piel y reducir la acumulación de grasa.
  • Hidratación adecuada: Beber suficiente agua ayuda a mantener la piel hidratada y puede contribuir a la prevención de la celulitis.
  • Masajes y tratamientos estéticos: Existen tratamientos que pueden mejorar la circulación y la apariencia de la piel, como la terapia de masaje, que pueden ser beneficiosos tanto para la celulitis como para el lipedema.

Cómo tratar el lipedema y la celulitis

El tratamiento del lipedema y la celulitis varía según la gravedad de cada condición y los síntomas que presentes. A continuación, se detallan algunas opciones de tratamiento:

Tratamientos estéticos

Existen diferentes enfoques para tratar ambas condiciones. Para la celulitis, los tratamientos estéticos pueden incluir:

  • Cremas y tratamientos tópicos: Aunque su efectividad puede variar, algunos productos pueden ayudar a mejorar la apariencia de la piel.
  • Terapias láser y radiofrecuencia: Estas técnicas pueden estimular la producción de colágeno y mejorar la elasticidad de la piel.

Para el lipedema, el tratamiento puede incluir:

  • Terapia de compresión: Este enfoque ayuda a reducir la hinchazón y la acumulación de grasa.
  • Fisioterapia: Un fisioterapeuta especializado puede ofrecer ejercicios y masajes que ayuden a aliviar los síntomas del lipedema.
  • Cirugía: En casos más graves, puede ser necesario realizar una liposucción especializada.
  • Lipomesoplastia y Lipoxiterapia: Técnicas intradérmicas, desarrolladas por nuestra clínica, para el tratamiento no quirúrgico del lipedema, en conjunto con nutrición personalizada y tratamiento de la microbiota intestinal e inflamación.

Recibe el tratamiento adecuado en Clínica Simarro

Distinguir entre lipedema y celulitis es crucial para recibir el tratamiento adecuado y mejorar la calidad de vida. Si sospechas que puedes tener alguna de estas condiciones, no dudes en consultar a un especialista. En nuestra clínica, contamos con un equipo de profesionales capacitados para ofrecerte la mejor atención. Contacta con nosotros para más información y asesoramiento personalizado.

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