¿Dolor de crecimiento en una sola pierna en la infancia? Lo que debes saber si tu hija se queja de las rodillas

dolor de crecimiento en una sola pierna

Muchas familias consultan preocupadas por el dolor de crecimiento en una pierna o en la zona de la rodilla de sus hijos. Es habitual que, al no haber lesión evidente, se atribuya a los llamados “dolores de crecimiento”. Sin embargo, cuando el dolor se localiza con más intensidad en una pierna o tiene características poco típicas, es importante detenerse, observar y valorar si puede haber una causa biomecánica o estructural detrás.

El llamado dolor de crecimiento es un fenómeno benigno, frecuente en la infancia, pero no todos los dolores articulares se explican por este mecanismo. En  Clínica Simarro tratamos a niñas o adolescentes, especialmente si existen signos de hiperlaxitud o predisposición al lipedema, puede haber otros factores que expliquen el malestar.

¿Qué es el dolor de crecimiento en una pierna?

El “dolor de crecimiento” es una etiqueta clínica que se aplica a un tipo de molestia muscular o esquelética funcional. Para que se considere como tal, debe cumplir con ciertas características:

  • Afecta a ambas piernas, de forma simétrica.
  • Aparece al final del día o por la noche.
  • No interfiere con la marcha ni impide la actividad física.
  • Desaparece al día siguiente, sin dejar inflamación ni cojera.
  • No se acompaña de fiebre, enrojecimiento ni limitación del movimiento.

Cuando el dolor no sigue este patrón, especialmente si se concentra en una sola pierna, persiste varios días o se localiza claramente en las rodillas, es necesario pensar en otras causas.

Dolor persistente en la rodilla: ¿qué puede estar ocurriendo?

El dolor de rodilla en niños y adolescentes puede deberse a múltiples factores. Algunos de los más relevantes son:

Enfermedad de Osgood-Schlatter

Es una causa frecuente de dolor en la cara anterior de la rodilla, especialmente en adolescentes físicamente activos durante los picos de crecimiento. La molestia se localiza justo debajo de la rótula, en la tuberosidad tibial anterior, y suele empeorar al correr, saltar o subir escaleras. Está causada por el tirón repetido del tendón rotuliano sobre un cartílago de crecimiento inmaduro.

Aunque es benigna y suele resolverse con el tiempo, puede durar varios meses y requiere control clínico para evitar sobreesfuerzos.

Hiperlaxitud articular e inestabilidad funcional

La hiperlaxitud articular es una condición en la que los ligamentos y tejidos de sostén presentan mayor elasticidad de lo normal. Esto puede provocar inestabilidad articular, especialmente en rodillas, tobillos y caderas. En niños o adolescentes con hiperlaxitud, es frecuente observar alteraciones en el patrón de marcha, desgaste articular precoz y dolor tras el ejercicio.

Dolor de crecimiento en una pierna: Lipedema en fases iniciales

En el Instituto del Lipedema y de la Mujer, con más de 20 años de experiencia clínica, hemos observado que muchas pacientes presentan dolor en ambas rodillas desde la infancia o adolescencia, antes de que el lipedema sea evidente como tal. Este dolor no se debe al tejido adiposo en sí, sino a las alteraciones biomecánicas que acompañan al lipedema, como:

  • Hiperlaxitud articular generalizada, que es muy común en estas pacientes.
  • Desalineación o mal apoyo del eje de las piernas.
  • Daños progresivos en el cartílago rotuliano y el ligamento rotuliano, por sobrecarga repetida.

Generalmente, duelen ambas rodillas, aunque en algunos casos una puede doler más que la otra. Esta asimetría suele estar relacionada con diferencias en el patrón de apoyo o compensaciones posturales.

¿Qué señales deben alertarnos?

Si tu hijo o hija presenta alguno de estos signos, es recomendable una valoración clínica completa:

  • Dolor que persiste más de una semana, incluso en reposo.
  • Molestias que se localizan en las rodillas o interfieren con el sueño.
  • Cojera, rechazo a apoyar la pierna o dificultad para caminar tras el esfuerzo.
  • Inflamación visible, enrojecimiento o sensación de inestabilidad.

¿Cómo actuar?

  1. Observar y anotar cuándo aparece el dolor, en qué circunstancias y con qué intensidad.
  2. Evitar el sobreesfuerzo durante episodios de dolor. Reducir actividad física intensa y aplicar medidas locales (almohadilla térmica, estiramientos suaves).
  3. Consultar al especialista si hay persistencia, dolor articular o signos de hiperlaxitud.

Nuestro enfoque en Clínica Simarro

En Clínica Simarro abordamos de forma integral el dolor musculoesquelético en niños y adolescentes. Nuestro equipo evalúa:

  • La historia clínica detallada, antecedentes familiares y hábitos posturales.
  • La presencia de hiperlaxitud articular o disfunciones del apoyo.
  • Posibles signos tempranos de lipedema funcional.

Realizamos un diagnóstico diferencial entre causas benignas (como Osgood-Schlatter o hipermovilidad aislada) y cuadros más complejos que puedan requerir tratamiento preventivo o rehabilitador.

El dolor de crecimiento suele afectar ambas piernas de forma simétrica y desaparecer sin dejar secuelas. Sin embargo, cuando las molestias se centran en las rodillas, persisten o aparecen en un contexto de hiperlaxitud articular, es necesario ir más allá de la explicación habitual.

En niñas con predisposición a lipedema, detectar a tiempo las alteraciones del desarrollo articular permite prevenir lesiones futuras y mejorar la calidad de vida desde etapas tempranas.

Solicita una cita en Clínica Simarro si tu hijo o hija presenta dolor frecuente en las rodillas o una marcha alterada. Estamos aquí para ayudarte a entender, cuidar y proteger la salud musculoesquelética durante el crecimiento.

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