Pérdida de peso repentina con cansancio: ¿cuándo acudir al médico?

pérdida de peso y cansancio

En Clínica Simarro evaluamos con frecuencia a pacientes que consultan por una combinación que genera preocupación: pérdida de peso involuntaria y cansancio persistente. Aunque en algunos casos estos síntomas pueden estar relacionados con el estrés, cambios en la rutina o procesos autolimitados, también pueden ser una señal de alarma que requiere atención médica urgente.

La pérdida de peso no explicada —especialmente si supera el 5% del peso corporal en menos de seis meses— y el cansancio prolongado deben ser valorados de forma conjunta, ya que podrían estar indicando una alteración metabólica, inflamatoria o sistémica de fondo.

En Clínica Simarro sabemos que en el caso de las mujeres, es importante considerar también patologías que afectan al tejido conjuntivo, como el lipedema, que a menudo se acompaña de síntomas similares pero requiere un enfoque específico.

¿Por qué se pierde peso sin motivo aparente?

La pérdida de peso involuntaria suele reflejar un estado catabólico en el que el organismo consume más energía de la que obtiene, ya sea por un aumento del gasto, una reducción en la ingesta, o un trastorno en la absorción o metabolismo de los nutrientes. Este desequilibrio puede estar asociado a múltiples enfermedades, desde causas benignas hasta procesos graves.

Cuando la pérdida de peso se acompaña de fatiga física o mental persistente, el abordaje debe ser integral. En Clínica Simarro comenzamos siempre con una valoración clínica global, que incluye:

  • Exploración física detallada, para detectar masas, ganglios, signos cutáneos, alteraciones digestivas o síntomas funcionales.
  • Analítica completa, incluyendo hemograma, perfil hepático, glucosa, función renal, hormonas tiroideas y marcadores inflamatorios.
  • Valoración del estado nutricional y composición corporal, que permite diferenciar pérdida de masa grasa, muscular o agua.
  • Estudio de síntomas asociados, como fiebre, sudoración nocturna, cambios intestinales, dolor abdominal o pérdida de apetito.

Causas médicas frecuentes de pérdida de peso con cansancio

Existen numerosas condiciones que pueden dar lugar a este binomio clínico. Algunas de las más relevantes incluyen:

Alteraciones hormonales y metabólicas

  • Hipertiroidismo: acelera el metabolismo, produciendo pérdida de peso, insomnio, ansiedad y palpitaciones.
  • Diabetes mellitus: especialmente en fases iniciales no tratadas, puede provocar pérdida de peso, poliuria y fatiga.
  • Insuficiencia suprarrenal: causa fatiga intensa, hipotensión, hiperpigmentación y adelgazamiento.

Infecciones crónicas

  • Tuberculosis y otras infecciones subagudas pueden pasar desapercibidas durante semanas.
  • VIH, infecciones por hongos o parásitos intestinales también pueden producir un desgaste progresivo.

Enfermedades digestivas o neoplásicas

  • Cánceres digestivos, hematológicos o pulmonares pueden debutar solo con pérdida de peso y cansancio.
  • Malabsorción intestinal, enfermedad celíaca, enfermedad inflamatoria intestinal o síndrome de intestino corto.

¿Y si no es una pérdida de peso real? El caso del lipedema

En algunas mujeres, lo que parece una pérdida de peso es en realidad una modificación de la composición corporal, en la que disminuye el volumen del tronco superior o el tejido muscular, pero se mantiene (o incluso aumenta) el volumen en caderas, muslos y pantorrillas. Este patrón es muy típico del lipedema, una enfermedad del tejido graso y conjuntivo de origen hormonal, que cursa con:

  • Retención de líquidos resistente, que genera sensación de pesadez y edema no depresible.
  • Cansancio funcional, especialmente en piernas, debido a sobrecarga y mala oxigenación muscular.
  • Subinflamación crónica, que disminuye la tasa metabólica basal y dificulta la pérdida de peso.
  • Alteraciones endocrinas: como disfunción tiroidea (a menudo no diagnosticada) o desequilibrios ováricos, que agravan la fatiga y la resistencia a la dieta.

En estos casos, las pacientes pueden perder peso en zonas no afectadas por el lipedema (cara, brazos, tronco), lo que da una falsa imagen de adelgazamiento, mientras persiste el malestar, el volumen localizado y el agotamiento.

Factores de riesgo que deben alertarnos

Debe consultarse al especialista si estos síntomas aparecen en:

  • Personas mayores de 60 años.
  • Pacientes con antecedentes oncológicos o enfermedades autoinmunes.
  • Mujeres con cambios menstruales, caída del cabello o intolerancia al frío (signos de posible disfunción tiroidea).
  • Presencia de lipedema u otros trastornos inflamatorios crónicos no diagnosticados.
  • Historia de tratamientos con inmunosupresores, corticoides o infecciones recientes.

¿Cuándo acudir al médico?

Si has notado una pérdida de peso relevante sin modificar tu alimentación o ejercicio, y llevas más de 2-3 semanas con cansancio constante, es momento de buscar asesoramiento médico. Cuanto antes se explore la causa, mayores serán las posibilidades de evitar complicaciones.

En Clínica Simarro abordamos este tipo de síntomas desde una perspectiva integral, valorando no solo causas orgánicas evidentes, sino también factores hormonales, inflamatorios, digestivos o relacionados con el tejido conectivo. ¡Pide tu cita hoy mismo!

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