El lipedema en personas delgadas es un escenario que puede pasar desapercibido en el diagnóstico, debido a que solo entre el 50 al 70% de las pacientes con lipedema presentan obesidad o sobrepeso. Diferente de lo que se suele pensar. El lipedema es un trastorno crónico que provoca la acumulación desproporcionada de grasa en las piernas y, en ocasiones, en los brazos, causando dolor, sensibilidad y problemas de movilidad.
En personas delgadas, y en los comienzos del lipedema, este puede ser confundido con celulitis u otras condiciones, ya que el resto del cuerpo mantiene un peso normal. Sin embargo, esta acumulación de grasa es resistente a dietas y ejercicios convencionales, lo que genera frustración y afecta la calidad de vida. Reconocer los síntomas y buscar un diagnóstico temprano en Clínica Simarro es clave para prevenir complicaciones y tratar esta afección de manera efectiva.
¿Es común el lipedema en personas delgadas?
Aunque el lipedema suele asociarse con personas de mayor peso, también es común en individuos con complexiones delgadas. Esto se debe a que el lipedema no está relacionado directamente con el índice de masa corporal (IMC), sino con una acumulación anormal de grasa que se localiza en áreas específicas, como muslos, glúteos y brazos.
En personas delgadas, esta condición puede no manifestarse tan claramente como un contraste importante entre las extremidades afectadas y el resto del cuerpo, lo que puede generar incomodidad física y emocional. Además, el diagnóstico puede retrasarse, ya que los síntomas suelen atribuirse a otras causas, como falta de ejercicio o retención de líquidos.
Causas del lipedema en personas delgadas
El lipedema en personas delgadas tiene causas similares a las de otras formas de la enfermedad. Estas incluyen:
- Factores genéticos: La predisposición hereditaria juega un papel clave en el desarrollo del lipedema. Si otros miembros de la familia lo padecen, el riesgo de desarrollarlo aumenta.
- Cambios hormonales: El lipedema a menudo se manifiesta durante periodos de alteraciones hormonales significativas, como la pubertad, el embarazo o la menopausia.
- Disfunción linfática o venosa: Aunque el lipedema no es lo mismo que el linfedema ni el flebedema, suele asociarse a problemas en el sistema linfático y venoso que pueden agravar los síntomas.
Factores de riesgo del lipedema en personas delgadas
Existen varios factores que aumentan la probabilidad de desarrollar lipedema en personas con una complexión delgada:
- Historial familiar: Como mencionamos, la genética es uno de los mayores factores de riesgo.
- Género femenino: El lipedema afecta casi exclusivamente a mujeres, lo que sugiere que las hormonas juegan un papel importante.
- Estilo de vida sedentario: Aunque no es una causa directa, la falta de actividad física puede empeorar los síntomas del lipedema al afectar la circulación y el drenaje linfático.
- Nutrición excesiva y/o inflamatoria.
- Enfermedades asociadas: Condiciones como el hipotiroidismo o la disfunción linfática pueden agravar el desarrollo del lipedema.
Opciones de tratamiento para lipedema en personas delgadas: ¿Qué funciona?
El lipedema en personas delgadas es una condición que puede afectar significativamente la calidad de vida si no se trata adecuadamente. Especialmente porque suele ser doloroso en ausencia de mucho volumen, lo que implica un diagnóstico tardío habitualmente. El tratamiento del lipedema en personas delgadas debe ser personalizado y centrado en aliviar los síntomas, mejorar la movilidad y prevenir la progresión de la enfermedad.
Tratamiento no invasivo
El drenaje linfático manual es un método no invasivo ayuda a reducir la inflamación y mejora la circulación linfática, lo que puede aliviar el dolor y la hinchazón. Asimismo, las medias de compresión son útiles para estimular la circulación y prevenir la acumulación de líquido en las áreas afectadas. Sin embargo, estas medidas, en general no serán curativas sino paliativas.
Liposucción especializada
En casos avanzados, la liposucción asistida por agua o láser puede eliminar la grasa acumulada de manera segura y efectiva, preservando la función linfática y mejorando la estética de las extremidades.
Ejercicios y nutrición
Actividades como caminar, nadar o practicar yoga son recomendables para mejorar la circulación y mantener la movilidad sin exacerbar los síntomas. Asimismo, aunque las dietas no eliminan la grasa del lipedema, una alimentación equilibrada con alimentos antiinflamatorios puede ayudar a controlar los síntomas y mejorar el bienestar general.
En Clínica Simarro somos especialistas en el diagnóstico y tratamiento del lipedema, ofreciendo un enfoque personalizado que se adapta a las necesidades de cada paciente. Si sospechas que puedes tener lipedema, contáctanos para obtener más información y programar una consulta con nuestros expertos.