La liposucción para lipedema se ha convertido en uno de los tratamientos más conocidos para tratar esta afección crónica, que provoca una acumulación anormal de grasa en piernas, brazos y glúteos, acompañada de dolor y sensibilidad. Esta técnica quirúrgica, podría mejorar el plano estético y aliviar determinados síntomas, como la pesadez, la inflamación y las molestias al caminar.
El lipedema es una enfermedad que afecta principalmente a mujeres, cuya respuesta a dietas y ejercicios es limitada. Por ello, la liposucción se presenta como un tratamiento viable y duradero, especialmente en casos avanzados donde otras alternativas han resultado insuficientes. En Clínica Simarro te contamos cómo funciona este procedimiento, sus beneficios, riesgos y si realmente puede ser una solución eficaz para quienes padecen lipedema.
¿En qué consiste la liposucción en el lipedema?
La liposucción en el tratamiento del lipedema es un tratamiento quirúrgico diseñado específicamente para eliminar las células grasas anormales que se acumulan en las zonas afectadas. A diferencia de la liposucción tradicional, en este caso se utilizan técnicas avanzadas, como la liposucción asistida por agua (WAL) o la liposucción asistida por láser, que intentan minimizar el daño al sistema linfático.
El proceso comienza con la infiltración de una solución tumescente en las áreas afectadas para reducir el sangrado y facilitar la extracción de grasa. Posteriormente, se introduce una cánula fina para retirar las células grasas con precisión, asegurando la preservación de los tejidos circundantes y una recuperación más rápida.
¿Cómo ayuda a reducir los síntomas la liposucción en lipedema?
La liposucción elimina la grasa acumulada y también aborda los síntomas más debilitantes del lipedema:
- Disminuye el dolor y la sensibilidad: En ocasiones, al reducir la presión causada por la grasa anómala, los pacientes experimentan una mejora en su bienestar físico.
- Alivia la hinchazón: Al extraer las células grasas que retienen líquidos, se reduce la inflamación y se mejora la circulación. Esto es evidente, cuando la paciente es joven y la afectación es menor, siendo menos efectivo cuanto más avanzado está el lipedema.
- Mejora la movilidad: Menos volumen y peso en las extremidades permiten mayor libertad de movimiento y una vida más activa.
Beneficios de la liposucción en el tratamiento del lipedema
El lipedema es una enfermedad crónica, y no existe ningún tratamiento que cure la enfermedad. Por lo tanto, no es infrecuente, que el lipedema reaparezca en otras zonas distintas de las operadas, con el transcurso de los años.
Riesgos y complicaciones de la liposucción para lipedema
Aunque es una técnica segura, la liposucción para lipedema puede presentar riesgos, como cualquier intervención quirúrgica. Entre ellos:
- Infecciones o hematomas: Aunque son poco frecuentes, pueden ocurrir si no se siguen los cuidados postoperatorios adecuados.
- Irregularidades en la piel: En casos raros, puede haber irregularidades en la superficie de la piel, especialmente si no se combinan con terapia de compresión postquirúrgica.
- Edema temporal: La hinchazón postoperatoria es normal y suele resolverse en semanas o meses.
- Escaras: Heridas en la piel de las zonas operadas, que tardan tiempo en cicatrizar y dejan marcas.