El esguince grado 3 es el más grave de todos. Son lesiones muy comunes que afectan a las articulaciones, especialmente al tobillo. Dependiendo de su gravedad, se clasifican en tres grados: leve (grado 1), moderado (grado 2) y grave (grado 3). ¿Cómo saber cuándo un esguince requiere atención médica urgente? En Clínica Simarro te contamos sus diferencias y el tratamiento adecuado para cada caso.
¿Qué es un esguince grado 3 y por qué ocurre?
Un esguince se produce cuando los ligamentos que sostienen una articulación sufren un estiramiento excesivo o una rotura debido a un movimiento brusco. Las causas más comunes incluyen torceduras, caídas y ejercicios de alta intensidad. El esguince de tobillo es uno de los más frecuentes.
Tipos de esguince según su gravedad
Los esguinces pueden presentarse en distintos niveles de severidad, dependiendo del grado de afectación de los ligamentos. Desde un leve estiramiento hasta una rotura completa, cada tipo de esguince requiere un tratamiento específico para garantizar una recuperación adecuada. A continuación, exploramos las diferencias entre los tres grados de esguince y cómo identificarlos.
Esguince de grado 1: Leve
Este tipo de esguince ocurre cuando los ligamentos se estiran más de lo normal, pero sin rotura.
- Síntomas: Ligero dolor, leve hinchazón y algo de rigidez en la articulación.
- Tratamiento: Descanso, aplicación de hielo y elevación de la extremidad afectada para reducir la inflamación.
- Tiempo de recuperación: 1 a 2 semanas.
Esguince de grado 2: Moderado
En este caso, hay una rotura parcial del ligamento, lo que genera inestabilidad articular.
- Síntomas: Dolor intenso, inflamación evidente y dificultad para apoyar el pie o mover la articulación.
- Tratamiento: Inmovilización con una férula o vendaje, fisioterapia para fortalecer la zona afectada y medicamentos para aliviar el dolor.
- Tiempo de recuperación: 3 a 6 semanas.
Esguince de grado 3: Grave
El esguince de tercer grado implica una rotura completa del ligamento y puede ir acompañado de una dislocación o fractura.
- Síntomas: Dolor intenso, imposibilidad de mover la articulación, hinchazón severa y moretones.
- Tratamiento: Requiere atención médica inmediata, inmovilización prolongada y, en algunos casos, cirugía para reparar el ligamento.
- Tiempo de recuperación: Puede superar los 8 meses si requiere intervención quirúrgica.
Relación entre los esguinces y el lipedema
El lipedema es una enfermedad crónica que afecta el tejido adiposo, causando acumulación anormal de grasa en piernas y brazos. Las personas con lipedema tienen un mayor riesgo de inestabilidad articular por varias razones.
Según estudios del Instituto del Lipedema, hasta un 96,9% de las pacientes presentan hiperlaxitud ligamentosa. Esto significa que los ligamentos son más elásticos de lo normal, lo cual hace que las articulaciones —especialmente el tobillo— estén mal sujetas y sean inestables al caminar.
Como resultado, aunque las torceduras de tobillo son frecuentes, los esguinces verdaderos son poco comunes, ya que los ligamentos tienden a ceder sin romperse. Muchas pacientes pueden torcer el tobillo en ángulos extremos (incluso hasta 90º) sin que se produzca una lesión grave. Aun así, esta inestabilidad constante al andar, especialmente en superficies irregulares o al usar tacones, incrementa el riesgo de caídas y sensación de inseguridad en la marcha.
Otros factores que agravan el riesgo son:
- Inflamación crónica y sensibilidad aumentada
- Distribución anómala del peso por la acumulación de grasa
- Alteraciones linfáticas y circulatorias que pueden enlentecer la recuperación
En Clínica Simarro, especializada en el tratamiento del lipedema, ofrecemos un enfoque integral para mejorar la estabilidad articular, fortalecer la musculatura y prevenir lesiones en nuestras pacientes.
Un esguince puede variar desde una lesión leve hasta una grave que requiere intervención quirúrgica. Identificar la gravedad del esguince y seguir el tratamiento adecuado es clave para una recuperación óptima.
Si padeces lipedema y sufres torceduras o caídas frecuentes, consulta con un especialista para evaluar tu estabilidad articular, fortalecer los tobillos y mejorar tu calidad de vida.