Para muchas mujeres con lipedema y embarazo es sinónimo de dudas, miedo e incertidumbre. ¿Se agravarán las piernas? ¿Aumentará el dolor? ¿Se disparará el volumen? ¿Y si ya lo estoy notando?
La realidad es que el embarazo no es una contraindicación en sí misma, pero sí supone un reto fisiológico importante que puede empeorar el lipedema si no se toman medidas. Sin embargo, en Clínica Simarro, con un enfoque nutricional adaptado, medidas compresivas y drenaje adecuado, es perfectamente posible vivir un embarazo saludable, sin un empeoramiento traumático de la enfermedad.
¿Por qué el embarazo puede empeorar el lipedema?
Durante el embarazo, el cuerpo atraviesa cambios hormonales, vasculares y mecánicos profundos. En una mujer con lipedema, estos factores pueden actuar como desencadenantes o amplificadores de la enfermedad si no se gestionan correctamente.
1. Cambios hormonales
El aumento natural de estrógenos y progesterona en el embarazo afecta directamente al tejido graso y conectivo, ambos implicados en el lipedema. Además, muchas pacientes experimentan un incremento del apetito y mayor deseo por hidratos de carbono refinados, lo que, junto a la inflamación de base, puede disparar la ganancia de volumen y empeorar la composición corporal si no se regula.
2. Aumento del peso y presión sobre el sistema linfático
El crecimiento del útero y el peso fetal ejercen presión sobre el suelo pélvico, las venas y los vasos linfáticos de la zona abdominal y de las piernas. Esto dificulta aún más el retorno venoso y linfático, lo que puede agravar síntomas como:
- Hinchazón y edema.
- Dolor de piernas.
- Empeoramiento del volumen en muslos y tobillos.
- Sensación de pesadez constante.
3. Limitaciones terapéuticas durante el embarazo
Durante el embarazo, no se puede realizar cirugía (como la técnica WAL) ni aplicar tratamientos estéticos invasivos. Tampoco es recomendable seguir dietas hipocalóricas o carenciales, ya que pueden comprometer el desarrollo fetal.
Esto deja a la mujer embarazada con lipedema ante una tormenta perfecta: más inflamación, más retención, más sensibilidad… y menos margen terapéutico si no se actúa correctamente desde el principio.
¿Entonces qué se puede hacer?
Afortunadamente, sí existen intervenciones seguras, eficaces y perfectamente compatibles con el embarazo, que permiten cuidar la salud materna y controlar el lipedema sin dañar al bebé.
Enfoque médico integral durante el embarazo con lipedema
En el Instituto del Lipedema y de la Mujer (ILM) aplicamos un tratamiento clínico específico para mujeres embarazadas con lipedema, con tres pilares fundamentales:
Nutrición antiinflamatoria segura y personalizada
Durante el embarazo, no se pueden hacer dietas restrictivas ni planes para adelgazar. Pero eso no significa que no se pueda actuar. Nuestros nutricionistas especializados trabajan con un enfoque no inflamatorio, adaptado a cada trimestre del embarazo, que:
- Reduce el riesgo de ganancia excesiva de peso.
- Modula la inflamación sistémica.
- Disminuye el deseo de azúcares simples y ultraprocesados.
- Favorece la salud intestinal y la microbiota, muy relevantes en mujeres con leaky gut y lipedema.
- Contribuye al desarrollo saludable del bebé sin carencias.
La clave está en comer más limpio, no menos, y hacerlo con acompañamiento profesional.
Medidas compresivas adaptadas
El uso de medias de compresión de tejido plano o crcular (indicadas por especialistas) ayuda a reducir la presión venosa y linfática durante el embarazo. Estas prendas:
- Disminuyen la hinchazón.
- Mejoran la sensación de pesadez.
- Previenen la progresión del lipedema en piernas y tobillos.
- Son seguras y bien toleradas durante toda la gestación.
En algunos casos, puede añadirse una faja de sujeción abdominal ligera, siempre bajo recomendación médica.
Drenaje linfático y presoterapia intermitente
Aunque muchos tratamientos están contraindicados en el embarazo, el drenaje linfático manual realizado por profesionales especializados y la presoterapia neumática intermitente de baja presión son completamente seguros en la mayoría de mujeres embarazadas con lipedema.
Estos tratamientos:
- Activan el retorno linfático y reducen la congestión de líquidos.
- Alivian la sensación de presión en piernas.
- Favorecen el confort general.
- Contribuyen a evitar un exceso de volumen innecesario.
En ILM contamos con un equipo externo colaborador que ofrece estas técnicas adaptadas a mujeres embarazadas.
¿Es posible tener un embarazo tranquilo con lipedema?
Sí. Con el enfoque adecuado, el embarazo no tiene por qué ser una etapa traumática ni desbordante para una mujer con lipedema. De hecho, muchas de nuestras pacientes pasan el embarazo con control de peso, sin crisis inflamatorias ni empeoramiento significativo del cuadro clínico.
La clave está en actuar desde el principio con un enfoque preventivo, basado en ciencia, nutrición y acompañamiento.
En Clínica Simarro cuidamos de ti y de tu bebé
Durante el embarazo, la salud de la madre y la del bebé están profundamente conectadas. Nuestro compromiso es ofrecerte un abordaje médico, ético y respetuoso con ambos, sin imposiciones ni juicios, pero con herramientas reales. No esperes a “ver qué pasa” en el tercer trimestre. Prevenir es siempre mejor que tener que reparar.
Solicita tu valoración en Clínica Simarro y recibe un plan adaptado a tu embarazo y tu diagnóstico de lipedema. Tu salud merece un tratamiento con conocimiento. Tu embarazo, también.