El lipedema es una enfermedad que afecta principalmente a mujeres y que, en muchas ocasiones, se confunde con obesidad o linfedema, lo que retrasa su diagnóstico y tratamiento adecuado. En Clinica Simarro, ayudamos a nuestras pacientes a identificar de manera precisa los síntomas de esta enfermedad para poder tratarlos de forma eficaz. En esta guía, te explicaremos cómo reconocer los principales signos del lipedema y diferenciarlo de otras condiciones para que puedas buscar tratamiento especializado cuanto antes.
¿Qué es el lipedema?
El lipedema es una afección crónica caracterizada por la acumulación desproporcionada de grasa en las piernas, glúteos y, en algunos casos, en los brazos. A diferencia de la obesidad, esta grasa no suele disminuir con dieta ni ejercicio. Es importante comprender que el lipedema no solo afecta la apariencia física, sino que también causa dolor, hinchazón y problemas de movilidad en quienes lo padecen. A menudo, esta enfermedad se hereda genéticamente y comienza a manifestarse en la pubertad, durante el embarazo o en la menopausia, cuando los niveles hormonales fluctúan.
Principales síntomas del lipedema
Identificar los síntomas del lipedema a tiempo es clave para obtener un diagnóstico adecuado y evitar complicaciones como el desarrollo de linfedema. A continuación, repasamos los signos más comunes que podrían indicar que padeces esta afección.
Acumulación desproporcionada de grasa en las extremidades
Uno de los síntomas más característicos del lipedema es la acumulación anómala de grasa en las piernas y los glúteos, que suele estar acompañada de una apariencia desproporcionada respecto al resto del cuerpo. En algunos casos, esta acumulación también afecta los brazos, no siendo infrecuente que tras la menopausia se vea afectada la mitad superior del cuerpo, con lo que se confunde con la obesidad. Esta grasa suele ser simétrica, es decir, ambas extremidades se ven afectadas por igual, lo que ayuda a diferenciar el lipedema de otras afecciones como el linfedema, que suele ser unilateral.
Dolor y sensibilidad al tacto
A diferencia de la obesidad, el tejido adiposo afectado por el lipedema suele ser doloroso al tacto. Las personas que padecen lipedema reportan una sensación de malestar o hinchazón constante en las zonas afectadas, así como una mayor sensibilidad. Incluso una presión leve puede causar dolor o molestias, lo que dificulta el uso de ropa ajustada o la realización de actividades físicas.
Hinchazón persistente
La hinchazón en las extremidades es otro síntoma frecuente del lipedema. Aunque esta hinchazón puede variar a lo largo del día, tiende a empeorar después de estar de pie durante mucho tiempo o de realizar actividades físicas. También podría empeorar con la menstruación y especialmente en verano con el calor.
Apariencia de piel irregular o con textura de «piel de naranja»
El tejido afectado por el lipedema suele tener una apariencia característica que se describe como «piel de naranja» similar a la celulitis (cellullite). Esta textura rugosa se debe a la acumulación de grasa y a la alteración de los tejidos subcutáneos. En etapas más avanzadas, se pueden observar nódulos de grasa debajo de la piel que le dan una textura irregular.
Fácil aparición de hematomas
Otro síntoma característico del lipedema es la aparición de hematomas con facilidad. Debido a la fragilidad de los capilares y al mal estado de los tejidos subcutáneos, las personas que padecen esta enfermedad suelen desarrollar moretones incluso después de golpes leves. Esto ocurre porque el tejido adiposo afectado no tiene una buena irrigación sanguínea, lo que provoca que los vasos capilares sean más frágiles.
Fases del lipedema
El lipedema es una enfermedad progresiva que avanza en distintas fases, y cada una presenta síntomas diferentes. Reconocer en qué fase te encuentras es importante para elegir el tratamiento adecuado.
- Fase 1: En la primera fase del lipedema, la piel tiene un aspecto suave y uniforme, pero ya se comienza a notar una acumulación de grasa en las extremidades inferiores. Puede haber dolor y sensibilidad al tacto, pero la hinchazón es moderada.
- Fase 2: En esta fase, la piel empieza a mostrar una textura rugosa y se notan más los nódulos de grasa. La acumulación de grasa se vuelve más evidente, especialmente en las caderas y los muslos. Además, la hinchazón tiende a empeorar al final del día.
- Fase 3: Aquí, la acumulación de grasa en las extremidades es significativa y las deformidades comienzan a ser más visibles. La piel tiene una apariencia irregular, con grandes nódulos de grasa, y la movilidad de las extremidades puede verse comprometida.
- Fase 4: Esta es la fase más avanzada y, en muchos casos, las pacientes también desarrollan linfedema secundario, lo que se conoce como lipo-linfedema. En esta fase, la piel es extremadamente rugosa, los nódulos de grasa son prominentes y la hinchazón es constante.
Diferencias entre lipedema, linfedema y obesidad
Es común que el lipedema se confunda con otras condiciones, como el linfedema o la obesidad, pero existen algunas diferencias clave que pueden ayudar a diferenciarlos.
- Obesidad: Afecta todo el cuerpo de manera generalizada y la grasa puede reducirse con dieta y ejercicio, lo que no ocurre con el lipedema.
- Linfedema: Es una acumulación de líquido en los tejidos, generalmente en una sola extremidad, mientras que el lipedema es una acumulación simétrica de grasa.
- Lipedema: Afecta principalmente a las extremidades inferiores y en algunos casos los brazos, mientras que el tronco y las manos suelen estar libres de grasa acumulada, salvo en casos avanzados.
Tratamiento para el lipedema
El tratamiento para el lipedema depende de la fase en la que se encuentre la enfermedad. En ILM | Instituto del Lipedema y de la Mujer, ofrecemos opciones no quirúrgicas, como el uso de medias de compresión, fisioterapia, Lipomesoplastia y Lipoxiterapia, técnicas innovadoras que reducen de forma importante los síntomas, mejoran la circulación y producen pérdida localizada de grasa en las zonas aplicadas.
Por otro lado, en ILM | Instituto del Lipedema y de la Mujer, se especializan en un enfoque integral para el tratamiento del lipedema, combinando opciones como el drenaje linfático y el ejercicio dirigido.
Conclusión
Identificar correctamente los síntomas del lipedema es crucial para obtener un diagnóstico temprano y evitar que la enfermedad progrese a fases más avanzadas. En ILM | Instituto del Lipedema y de la Mujer, te ayudamos a diferenciar esta afección de otras, como la obesidad o el linfedema, y ofrecemos tratamientos efectivos y personalizados para mejorar tu calidad de vida. Si crees que podrías estar padeciendo lipedema, te invitamos a que consultes con un especialista y descubras las mejores opciones de tratamiento para ti.