Acumulaciones de grasa en piernas: Diferencias entre celulitis y lipedema

bolitas de grasa en las piernas

En Clínica Simarro, muchas pacientes nos consultan preocupadas por la presencia de bolitas de grasa en las piernas, una alteración que no siempre es estética y que puede esconder una condición médica relevante. Aunque suele asociarse automáticamente con celulitis, en muchos casos se trata de lipedema, una enfermedad inflamatoria y progresiva del tejido adiposo que requiere un enfoque clínico específico.

Diferenciar entre celulitis y lipedema no solo es clave para obtener resultados reales, sino también para evitar años de frustración aplicando tratamientos inadecuados. En este artículo te ayudamos a distinguir ambas condiciones, entender por qué aparecen estas acumulaciones de grasa y qué soluciones médicas existen hoy para tratarlas de forma segura y eficaz.

¿Celulitis o lipedema? Las claves para diferenciarlas

La celulitis es una alteración del tejido adiposo superficial que provoca el conocido efecto “piel de naranja”. No se considera una enfermedad, sino una condición estética multifactorial que afecta principalmente a mujeres, incluso delgadas. Suele estar relacionada con cambios hormonales, sedentarismo o retención de líquidos, y no provoca dolor ni alteraciones funcionales importantes.

El lipedema, por su parte, sí es una enfermedad: afecta al tejido graso subcutáneo, especialmente en piernas y brazos, con un patrón simétrico y descendente que respeta pies y manos. A menudo aparece en la adolescencia, el embarazo o la menopausia, y progresa si no se trata. Se caracteriza por:

  • Dolor al tacto, incluso sin inflamación visible.
  • Presencia de nódulos o bolitas palpables bajo la piel.
  • Fácil aparición de hematomas.
  • Sensación de pesadez o presión en las extremidades.
  • Resistencia a dieta y ejercicio, salvo en la mitad superior del cuerpo.

En resumen: si notas grasa localizada dolorosa, que no responde a ejercicio, es muy probable que no sea celulitis, sino lipedema.

¿Por qué aparecen bolitas de grasa en las piernas?

Las causas pueden variar, pero en el caso del lipedema, intervienen múltiples factores:

  • Alteraciones hormonales, especialmente en fases sensibles como la pubertad, el embarazo o la menopausia.
  • Predisposición genética, ya que es frecuente encontrar otros casos en la misma familia.
  • Disfunción del tejido conectivo y del sistema linfático, que favorecen la inflamación crónica y la acumulación de grasa.
  • Estilo de vida sedentario, mala alimentación y picos de cortisol, que agravan el cuadro.

Además, esta grasa inflamatoria puede confundirse visualmente con celulitis, pero su comportamiento es totalmente distinto: no responde a tratamientos estéticos convencionales y tiende a empeorar con el tiempo si no se aborda médicamente.

¿Qué hacer si detectas estas bolitas de grasa en piernas?

Lo más importante es acudir a una valoración médica especializada. En Clínica Simarro, realizamos una historia clínica detallada, exploración física y estudio personalizado para identificar si se trata de lipedema, celulitis u otra condición combinada. A partir del diagnóstico, diseñamos un plan individualizado que puede incluir:

  • Lipomesoplastia®: técnica mínimamente invasiva que reduce la inflamación y permite que la grasa se vuelva sensible a dieta y ejercicio.
  • Nutrición clínica especializada, con dietas cetogénicas antiinflamatorias que no solo reducen grasa, sino que mejoran dolor, fatiga, sueño, concentración y salud digestiva.
  • Educación nutricional personalizada, que considera factores como disbiosis intestinal, intolerancias alimentarias, histaminosis o sensibilidad al níquel, claves en muchos casos de inflamación persistente.
  • Apoyo emocional, esencial para trabajar la autoestima y la percepción corporal, muchas veces dañadas por años de incomprensión médica.
  • Tratamientos quirúrgicos avanzados, como la técnica WAL (Water Assisted Liposuction), si el estadio es avanzado y la paciente es candidata.

No todos los casos requieren drenaje linfático o compresión terapéutica: en pacientes que responden bien a la lipomesoplastia y al tratamiento nutricional, estos métodos son solo herramientas de apoyo y no siempre se utilizan.

¿Qué ocurre si no se trata?

El lipedema suele ser progresivo (aunque no siempre), y si no se identifica y trata a tiempo, puede evolucionar hacia grados más severos, afectar la movilidad, inducir trastornos del estado de ánimo y generar frustración ante tratamientos ineficaces. En muchos casos, las pacientes han pasado por años de dietas restrictivas sin éxito, culpabilizándose por no obtener resultados visibles.

En Clínica Simarro, abordamos el lipedema desde un enfoque preventivo y transformador. Nuestro objetivo es disminuir el tejido graso inflamatorio, aliviar los síntomas y mantener las mejoras a largo plazo, evitando recaídas.

El primer paso: entender lo que te pasa

Si sientes que tu cuerpo no responde como debería a dieta o ejercicio, o si notas grasa dolorosa en muslos, piernas o brazos, puede que no se trate de celulitis. Detectar el lipedema a tiempo marca la diferencia entre resignarse y recuperar el control de tu salud.

En Clínica Simarro te ayudamos a poner nombre a lo que sientes, con una atención médica rigurosa y un acompañamiento humano constante. Pide cita aquí y empieza a cuidarte desde una nueva perspectiva: médica, personalizada y eficaz.

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